Con ‘gatidad’ kafkiana

He perfeccionado hasta tres inflexiones de la voz, y otros tantos sonidos corporales, que dedico en exclusiva a mis gatos (y a las personas que más quiero). Ellos, principalmente como señal de gratitud –pero también porque sospechan que en ocasiones me aburro- han decidido ajustar sus ciclos diarios de hybris con mis momentos de estudio. Así, Lola me trepa por la silla y se sienta en mi nuca, o se para debajo de la lámpara a tomar un poco de calor; Luis prefiere pasearse despreocupadamente por delante de la pantalla del ordenador, cambiarme las páginas del libro o provocar una pequeña catástrofe en alguna parte de la casa. Eso, cuando no atraviesan trotando mi escritorio literalmente “como alma que lleva el diablo”.

Pero Luis y Lola están en lo cierto: en ocasiones me aburro y fantaseo con la posibilidad de ser un gato, o una gata. A ellos, por su parte, los he sorprendido en posturas indómitas: tratando de teclear en el ordenador, siguiendo atentamente un documental por televisión, seleccionando libros de la biblioteca, etc. Me pregunto qué no pasará en una casa en la que los humanos quieren ser gatos, y los gatos quieren ser humanos. No porque ser gato, o gata sea malo -que no lo es en absoluto- es que me viene a la cabeza otra pregunta: ¿qué pasará en un mundo en el que nadie está donde de veras quiere estar?

Un Comentario

  1. nomecreocasinada

    Creo que solo debes observar el mundoen el que vives,o almenos te ubicas. Te advierto que este intecambio de identidad gatuna es una sana praxis,sobre todo para los gatos. Tú ya estas condenado. Estoy aquí igual dejodida que tú. Por cierto, te aclaro que como tu naturalezano es la gatidad, deberías por salud mental escribir más.

    • joshuabeneite

      Pues sí, he estado gateando durante algún tiempo, pero creo que ya me estoy poniendo en pie de nuevo… Y tienes toda la razón en que escribiendo me regulo; de hecho no he dejado de hacerlo -es de las pocas cosas que solazan mi enfado con el mundo- sólo que me lo estoy guardando a ver si consigo reunir algún relato mediano, aunque también estaba un poco cansado de (en mi caso) fanfarronear… el problema es que me disperso mucho, y siempre tengo pendiente terminar la tesis ¡antes de que ella acabe conmigo!… gracias por pasarte por acá, yo casi había olvidado la contraseña para entrar al blog…

    • joshuabeneite

      Sobre lo que será (si es) mi tesis, en principio la idea es destacar las nociones de filosofía orteguiana que pueden resultar útiles a la filosofía ecológica. No seré el primero en hacerlo, pero sí espero el más exhaustivo. De paso también me gustaría replantear ciertas cuestiones que se derivan de la teoría ecologica en sí y su imbricación tanto con la filosofía ecológica como con la ética ecológica. Respecto de si soy filosofo, la respuesta, después de pensarla, es NO por distintos motivos. El que más pesa es que no soy titulado: se me ha reconocido un Máster en Ética y Democracia (cuestiones para algunos/as no muy filosóficas) pero no soy licenciado. Sin embargo, si el criterio para definir a un filósofo/a es si lee, piensa, escribe y trata de aplicar la filosofía durante su vida ordinaria, la respuesta cambiaría hacia lugares más positivos. No obstante, aun en esta elástica tesitura académica, si me volvieran a preguntar si soy filósofo, la verdad es que tendría que pensarme ya que la cuestión es si lo quiero ser o no. Por el momento -como dice mi hermano, que también es filólogo- tal vez soy un sofista, pero no me va mal: me divierto y no hago daño a nadie. 🙂

      • nomecreocasinada

        Nietszche tampoco era filosofo de llicenciatura y no le vamos a cuestionar nada ¿no?
        Mi hijo ha empezado a estudiar filología porque está convencido que sin un dominio de lenguaje no hay posibilidad de una rigurosidad en el pensamiento,con lo cual el año que viene compatibilizara filo-logía y filo-sofía , el amor por la lengua y el saber….inseparables. Así que para mí eres un filosofo privilegiado. Seguimos hablando,…..

  2. joshuabeneite

    Sobre lo que será (si es) mi tesis, en principio la idea es destacar las nociones de filosofía orteguiana que pueden resultar útiles a la filosofía ecológica. No seré el primero en hacerlo, pero sí espero el más exhaustivo. De paso también me gustaría replantear ciertas cuestiones que se derivan de la teoría ecologica en sí y su imbricación tanto con la filosofía ecológica como con la ética ecológica. Respecto de si soy filosofo, la respuesta, después de pensarla, es NO por distintos motivos. El que más pesa es que no soy titulado: se me ha reconocido un Máster en Ética y Democracia (cuestiones para algunos/as no muy filosóficas) pero no soy licenciado. Sin embargo, si el criterio para definir a un filósofo/a es si lee, piensa, escribe y trata de aplicar la filosofía durante su vida ordinaria, la respuesta cambiaría hacia lugares más positivos. No obstante, aun en esta elástica tesitura académica, si me volvieran a preguntar si soy filósofo, la verdad es que tendría que pensarme ya que la cuestión es si lo quiero ser o no. Por el momento -como dice mi hermano, que también es filólogo- tal vez soy un sofista, pero no me va mal: me divierto y no hago daño a nadie. 🙂

    • nomecreocasinada

      No creo que seas un sofista,porque no soportarías tanto intento de autenticidad que hay en mis escritos. Digo intentos, que no logros, ni soy presuntuosa, ni creo que nadie pueda atribuirse semejante imposibilidad. Espero aún alguna creación nueva por tu parte -te demostraré que de sofista nada- Agradezco de veras que dediques tiempo a leer mis miserias que es lo que la mayoría, los que se creen alguien también, arrojamos sobre la pantalla-papel. ¡Animo con la tesis!

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